La firma 7-Eleven de Japón comenzó el lunes a realizar pruebas con robots autónomos de reparto en un suburbio de Tokio para comprobar su viabilidad en un país en rápido envejecimiento.
El país se enfrenta a una creciente escasez de mano de obra y modificó sus leyes de tráfico en 2023 para permitir la presencia de robots de reparto en las vías públicas. Otras empresas, como Panasonic, también han probado nuevas máquinas para el transporte de mercancías.
El proyecto piloto de 7-Eleven consiste en un robot con ruedas y forma de carrito, codesarrollado por el fabricante de automóviles Suzuki y la startup tokiota Lomby. La red experimental de reparto abarca unos 10.000 hogares en el oeste de Tokio.
La gigante franquiciadora de tiendas ha probado robots similares, controlados remotamente por humanos, pero esta fue la primera prueba de máquinas autónomas en aceras públicas.
Las órdenes realizadas a través de una aplicación para smartphones activan el robot, que se desplaza sin conductor hacia la dirección especificada a seis kilómetros por hora. Los robots pueden reconocer señales de tráfico y otras señales en la vía pública, aunque son monitoreados remotamente por operadores humanos que pueden intervenir en caso de emergencia.
“Si, por ejemplo, el robot está rodeado de personas y no sabe qué hacer, el operador puede pedirles a través de un micrófono que lo dejen pasar”, declaró a AFP un portavoz de la empresa matriz Seven & i Holding.
La prueba está programada para finalizar en febrero y las máquinas están diseñadas para ayudar a mantener el servicio de reparto actual de 7-Eleven, que depende de conductores humanos.
Panorama desafiante
“Dentro de cinco años, cuando la escasez de mano de obra pueda agravarse aún más, no hay garantía de que el reparto humano siga siendo viable hasta entonces”, declaró el portavoz. “Tenemos que estar preparados”.
El barrio elegido para la prueba, Minami-Osawa en Tokio, se encuentra en una colina con muchas cuestas y escaleras, una topografía difícil para muchos de sus residentes mayores.
La evaluación del proyecto determinará si los robots autónomos de reparto pueden ser una solución de compra en estas zonas, según declaró la empresa en un comunicado. Publicaciones como Business Insider han informado que 7-Eleven llevó a cabo un ensayo similar en Los Ángeles en 2023.