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Este 14 de junio fueron encontrados los restos de la expolicía Julieta Fernández dentro de una propiedad en el cantón de Dota, cerca de la finca La Lucha. 48 horas pasaron desde el reporte de su desaparición hasta que oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dieron con el lamentable hallazgo.
Ayer jueves, en horas de la noche, el OIJ ya tenía identificado al sospechoso del crimen, había encontrado el carro de Fernández y también tenían delimitada la zona donde podría estar el cuerpo.
Esa rapidez solo la da la experiencia que tienen los agentes especializados, indicó el director del OIJ Randall Zúñiga a este medio.
Para el jerarca del OIJ es fundamental que el Gobierno tome medidas que no permitan la salida de agentes especializados que debiliten a la organización. Además, recalcó la necesidad de poder cubrir más turnos.
Los exámenes realizados con perros especializados de la Unidad Canina mostraron que a Julieta la calcinaron en algún momento previo o posterior a su muerte. Fue la presencia de hidrocarburos en una zona donde había tierra movida donde consiguieron determinar la presencia de restos humanos. Además, se ubicó una especie de pileta con rastros de fuego, hollín y sustancia inflamable.
El sospechoso, quien es un sujeto de apellidos Martínez Fernández, de 26 años, utilizó por varios días el carro de la mujer, realizó compras con sus tarjetas bancarias e incluso intentó extraer dinero de las cuentas. Al parecer, la motivación del asesino fue apoderarse de los bienes. El jueves fue capturado en Pérez Zeledón y llevado al sitio donde se encontró el cuerpo.
Ahora permanece detenido a la espera de que se le impongan medidas cautelares.
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Daniel Córdoba