Dos jóvenes derribaron una enorme valla con el rostro de Nicolás Maduro, mientras otros quemaban afiches en una protesta en Caracas para rechazar los resultados de las elecciones en las que el mandatario obtuvo una victoria que la oposición tilda de fraude.
El eco de cacerolas retumbaba incesante desde los edificios, mientras miles de manifestantes caminaban por las calles de Caracas, invitando a residentes a unirse a la protesta para “defender el país”.
La movilización partió desde Petare, la favela más grande de Venezuela, un enorme laberinto de barrios de callejones y construcciones precarias en Caracas, y bajo una intensa lluvia avanzó hasta Chacao, donde la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) la reprimió con gases lacrimógenos.
“Lo de anoche fue un robo”, dice molesta a la AFP Melanie Fiser, de 22 años, al rechazar los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) que otorgó a Maduro un 51% de los votos, frente a un 44% de su principal rival, Edmundo González Urrutia, el representante electoral de la líder María Corina Machado, inhabilitada para ejercer cargos públicos.
“Aquí ganó Edmundo”, sostiene con firmeza al señalar que está cansada de su situación económica.
“No me conformo con una bolsa de CLAP (alimentos proporcionados por el gobierno)”, continúa mientras exige justicia por los resultados electorales.
“No quiero bono, no quiero CLAP, yo lo que quiero es que se vaya Nicolás”, coreaban los manifestantes. “No los queremos, no los queremos” y “que entregue el poder ya”.
“¿Me voy?”
La oposición desconoció los resultados del CNE. No llamó a protestas, pero miles de personas manifestaron su descontento desde tempranas horas del lunes, haciendo ruido con las ollas de cocina y cualquier sonido metálico desde las ventanas y puertas de su casa.
En paralelo, Maduro denunció un intento de “golpe de Estado” en su contra. “Están ensayando los primeros pasos fracasados para desestabilizar a Venezuela y para imponerle otra vez un manto de agresiones y de daño”.
“Esto es por el descontento”, dijo una vecina del centro de Caracas que pidió mantener su identidad bajo reserva por temor a represalias. “Duraron casi hasta la una de la madrugada para dar unos resultados de mentira”, agrega con ojos llorosos.
Entre sus manos sostenía una bocina con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera de Venezuela, ondeada también durante las manifestaciones para exigir el “respeto” a lo que consideran el triunfo de González.
“Me dio mucha impotencia, salí a gritar”, cuenta sobre la reacción que tuvo tras escuchar el anuncio del CNE.
“Ahora estamos pensando, ¿será que me voy?, ¿será que me quedo?, el último que apague la luz”, confiesa.
Una pregunta similar se hacen los manifestantes en las calles. En el oeste de la capital venezolana, Catia, un sector tradicionalmente chavista, también salieron a protestar. Lo mismo ocurrió en el suroeste, El Valle, y en otros estados.
En el poder desde 2013, Maduro, que este mismo lunes fue proclamado por el CNE, de línea oficialista, podría para permanecer 18 años en la presidencia, hasta 2031. Solo el dictador Juan Vicente Gómez habrá gobernado más que él, con 27 años (1908-1935).
Desde la ventana de su apartamento, un joven que expresaba su malestar: “¿Dónde están los 5 millones (de votantes) celebrando por Maduro?”, preguntaba.
“Nos robaron”, gritó un motociclista a su paso, mientras otros tocaban bocinas para respaldar al pequeño grupo que golpeaba cacerolas desde una acera.
“Decepcionados”
“Estamos decepcionados de Maduro, Edmundo ganó porque yo estuve presente en las votaciones en el colegio Andrés Eloy y contamos voto por voto, y él ganó, tengo las evidencias de que él ganó”, relató Jenny Gil, 56 años, quien protestaba en el centro de Caracas.
“Se han violado todas las normas”, dijo el domingo González Urrutia tras el anuncio del CNE.
“Lo de anoche fue un fraude, el peor fraude que ha habido”, insiste Gabriel Soto, de 24 años.
“Quiero libertad, quiero estudiar, no me quiero ir del país, quiero a mi familia en mi país”, añadió, pues es uno de los venezolanos que ha visto partir a sus allegados huyendo de la crisis que ha provocado un éxodo de más de 7 millones de venezolanos, según cifras de la ONU.