El Gobierno de Israel destituyó en la madrugada de este viernes al jefe del Shin Bet, Ronen Bar, después de que el gabinete del primer ministro, Benjamin Netanyahu, votara a favor del despido.
El último día de Bar al frente del servicio de inteligencia nacional será el 10 de abril, ya que el Gobierno adelantó su despido después de haberlo programado inicialmente para el 20 de abril.
Sin embargo, la oficina de Netanyahu considera que podría irse antes de esa fecha si los ministros aprueban un reemplazo permanente. Esta es la primera vez en la historia de Israel que un Gobierno despide al líder del Shin Bet.
Antes de someter a votación su despido, Bar criticó las “afirmaciones infundadas y motivos inapropiados” de Netanyahu, para justificar su destitución, en la que apuntó a un “conflicto de intereses”.
En una carta dirigida a los ministros del ejecutivo israelí, excusando su no asistencia a la reunión donde se prevé votar su destitución, publicada por los medios israelíes, Bar relaciona su cese con la investigación que hace el Shin Bet sobre los vínculos de la oficina de Netanyahu con Qatar.
“Huele a intereses extranjeros y a un conflicto de intereses sin precedentes”, dice Bar en la carta reproducida por los medios israelíes.
El gabinete se reunió en Jerusalén, a causa de los cientos de manifestantes congregados a las puertas de la oficina de Netanyahu a pesar del día frío y lluvioso, en rechazo a la destitución de Bar.
Rechazan destitución de Bar
La sociedad israelí ha salido a las calles de Jerusalén y también de Tel Aviv en las últimas 48 horas para mostrar su rechazo al despido de Bar justo cuando este organismo está investigando el escándalo del ‘Catargate’, los supuestos pagos de este país a exasesores de Netanyahu para que crearan una campaña favorable al país del golfo.
Años antes, el Shin Bet investigó cómo Qatar financió durante años al grupo islamista Hamás, sin que Israel lo impidiera.
En su carta a los ministros, Bar afirma que “se están llevando a cabo importantes investigaciones, y su interrupción mediante un despido repentino y apresurado, basado en acusaciones totalmente infundadas, huele a intereses extranjeros y a un conflicto de intereses sin precedentes”.
El jefe del servicio de inteligencia interior critica además que Netanyahu no ha justificado los motivos de su despido. “A pesar de mi solicitud, no se proporcionaron ejemplos concretos”, afirma.
Según Bar, el acuerdo de liberación de rehenes israelíes a cambio de presos palestinos acordado con Hamás durante el alto el fuego en Gaza —roto por Israel el pasado martes— se produjo gracias a una “acción única que lideré personalmente, con el conocimiento del primer ministro”.
Y sobre las razones alegadas por Netanyahu para su despido de falta de confianza, asegura que no tienen fundamento, “salvo si la verdadera intención, que al parecer no entendí, fuera negociar sin llegar a un acuerdo”.
“Mi decisión de no asistir a la reunión gubernamental se debe únicamente a mi comprensión de que se trata de una discusión que no se ajusta a las disposiciones de la ley”, dice en la carta.