Investigadores de Australia han analizado como ballenas y delfines interactúan y juegan en encuentros marinos observados en 17 países, según detalla un estudio publicado el martes (12.08.2025) en la revista Discover Animals.
En uno de cada cuatro casos, la interacción fue positiva, amistosa y mutua, sin señales de molestia, dicen los científicos australianos.
El trabajo fue liderado por Olaf Meynecke, experto en cetáceos de la Universidad de Griffith y director del programa Whales & Climate, junto con la coautora Olivia Crawley, quienes analizaron 199 interacciones entre 19 especies de ballenas barbadas y delfines, utilizando fotos y videos de operadores turísticos, fotógrafos y científicos.
Comportamiento social de ballenas y delfines
Las ballenas jorobadas, conocidas por su sociabilidad, mostraron gestos como girar de lado, exhibir el vientre o acercarse lentamente a los delfines. “Hay un interés claro”, comenta Meynecke, quien plantea que esta interacción podría apuntar a elementos culturales entre las especies.
“Esta dinámica interespecífica añade una nueva dimensión a la ecología social de los mamíferos marinos y podría apuntar a elementos culturales en las sociedades de ballenas y delfines”, plantea el autor en un artículo publicado por él en The Conversation.
Los delfines se acercan a la cabeza de las ballenas
Por lo general, son los delfines quienes se aproximan, especialmente cerca de la cabeza de las ballenas, quizá para mantener contacto visual. Gracias a cámaras instaladas en los cetáceos, se observó que los delfines las siguen hasta el fondo marino.
“Los animales pueden percibirse mediante sonidos, pero la percepción visual también parece ser de interés”, agrega el experto.
Montar olas como surfistas
A veces los delfines “surfean” en la ola de presión que genera el cetáceo, un juego que parece divertirles.
“Claramente, les gusta aprovechar la estela de presión de la ballena, de forma similar a cómo un surfista lo haría”, apunta Meynecke.
Las ballenas también quieren tranquilidad
No todas las interacciones son pacíficas: en épocas de escasez de alimento, las ballenas pueden ahuyentar a los delfines con golpes de cola. Sin embargo, esto ocurre raramente.
Los delfines muestran especial interés cuando hay conflictos entre ballenas o presencia de crías. En esas situaciones, observan atentamente, aunque sin intervenir.
Juego y creatividad en mamíferos marinos
Meynecke sugiere que estas interacciones podrían cumplir una función social y cognitiva: “Como en los humanos, los animales inteligentes necesitan momentos de creatividad”, explica.
Se ha visto a ballenas jugar con algas, lo que refuerza la idea de que estos encuentros con delfines sean un estímulo lúdico que fomenta vínculos y creatividad.
“Las ballenas y los delfines no solo coexisten: se buscan. Estudios futuros con grabaciones acústicas y observaciones prolongadas ayudarán a entender mejor las motivaciones detrás de estos encuentros”, concluye.