Las autoridades guatemaltecas liberaron este sábado a los guardias y empleados civiles tomados el viernes como rehenes por pandilleros en dos cárceles del país, informó el gobierno.
Miembros de pandillas se amotinaron el viernes en dos cárceles y tomaron como rehenes a varios guardias y empleados de una suplidora de alimentos, una semana después de revueltas en las que murió un vigilante.
Tras el despliegue de un fuerte contingente policial, “los rehenes fueron liberados esta madrugada”, publicó el sábado en X el Ministerio de Gobernación (Interior).
“El Estado no cedió ante estos criminales”, añadió, sin dar mayores detalles, aunque la prensa local indicó que los rehenes liberados eran 18.
El 16 de agosto, la Policía retomó el control en varias cárceles del país después de que pandilleros estuvieran amotinados varios días y causaron la muerte de un custodio.
Las autoridades atribuyen los motines al reciente traslado de cabecillas de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha a una prisión de máxima seguridad.
Según el ministro del Gobernación, Francisco Jiménez, los incidentes se registraron en la cárcel de Fraijanes, en un poblado aledaño a la capital, y en Boquerón, 65 km al este de Ciudad de Guatemala.
Los “secuestros ocurridos hoy son intentos desesperados de pandilleros que buscan llamar la atención y presionar al Estado para recuperar a sus líderes” trasladados al penal de máxima seguridad Renovación 1, dijo el ministro el viernes.
“Nuestra prioridad es proteger la vida de los rehenes y restablecer el orden, sin ceder un solo paso ante estos criminales”, añadió en su cuenta de X.
Jiménez afirmó que, a pesar de los motines, los líderes pandilleros permanecerán en la cárcel de máxima seguridad.
Los motines comenzaron después de que el 31 de julio cinco líderes de Barrio 18 y cinco de la Mara Salvatrucha fueron reubicados en Renovación I, donde están aislados y sin acceso a teléfonos celulares.
Las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha -esta última declarada organización terrorista por Estados Unidos- se disputan el control de territorios en Guatemala, donde extorsionan a comerciantes, transportistas y otros ciudadanos. Quienes se niegan a pagar son asesinados.
Esas bandas también operan en Honduras, mientras que en El Salvador el presidente Nayib Bukele ha encarcelado desde marzo de 2022 a miles de presuntos pandilleros amparado en un régimen de excepción criticado por grupos de derechos humanos, que denuncian una serie de detenciones arbitrarias.