Las autoridades de Brasil dijeron este jueves que investigan como un “acto terrorista” el fallido ataque de un individuo que el 13 de noviembre se hizo estallar frente a la Corte Suprema en Brasilia y que tendría “posibles conexiones” con la asonada de bolsonaristas del 8 de enero de 2023.
El cadáver del hombre fue retirado el jueves de la Plaza de los Tres Poderes, donde también se halla el Palacio Presidencial del Planalto y el Congreso, según constató la agencia AFP. Su embestida no dejó otras víctimas. La Policía lo identificó como Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, un excandidato a concejal por el Partido Liberal del expresidente Jair Bolsonaro en las municipales de 2020.
El ataque se produjo antes de que Brasil acoja, en Rio de Janeiro, la cumbre de líderes del G20 y antes de una visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Brasilia. El mandatario Luiz Inácio Lula da Silva aún no se pronunció sobre el suceso, pero el jueves recibió a varios embajadores en Planalto, que entraron por un acceso lateral en vez de la rampa principal, constató la AFP.
Por su parte, y en un inusual mensaje conciliador, Bolsonaro llamó al “diálogo” y la “pacificación” de la población brasileña. “Hago un llamado a todas las corrientes políticas y a los líderes de las instituciones nacionales para que, en este momento de tragedia, den los pasos necesarios para avanzar en la pacificación nacional”, escribió el exgobernante en la red social X (antes Twitter).
La sociedad brasileña está muy polarizada desde antes de las elecciones presidenciales de 2022, dividida entre una izquierda detrás de Lula y una derecha que apoya a Bolsonaro. La Plaza de los Tres Poderes fue escenario de una asonada contra Lula da Silva por parte de bolsonaristas disconformes con la victoria electoral del izquierdista frente a su líder.
“No es un hecho aislado”
En tanto, la Policía Federal aseguró este jueves que investiga el ataque fallido como “un acto terrorista” y un intento de “abolición violenta del estado democrático de derecho”, hipótesis “no excluyentes”, indicó su director, Andrei Passos Rodrigues.
“No es un hecho aislado”, afirmó además Passos en rueda de prensa y explicó que existen indicios de una “planificación de largo plazo” y posibles “conexiones” con los episodios del 8 de enero de 2023 en Brasilia.
El 13 de noviembre, hubo dos deflagraciones en un intervalo de pocos segundos. Primero estalló un vehículo en un estacionamiento cerca del edificio donde sesiona la Cámara de Diputados. Después, “un ciudadano se aproximó al Supremo Tribunal Federal, intentó entrar, no lo logró y ocurrió la explosión”, sostuvo en conferencia de prensa la gobernadora en funciones de Brasilia, Celina Leao.
En un video de las cámaras de seguridad difundido por la televisión local, puede verse que el atacante lanzó artefactos explosivos en dirección al edificio de la Corte Suprema desde la explanada contigua, mientras dos guardias de seguridad intentaban abordarlo. Luego se echó al suelo y se autodetonó.
La Policía aseveró que el automóvil que había explotado previamente también pertenecía a Francisco Wanderley Luiz. “El individuo salió corriendo del interior del vehículo”, que tenía “una especie de bomba, varios explosivos fraccionados, atados con ladrillos”, detalló el sargento Rodrigo Santos.
Francisco Wanderley Luiz llegó a la capital brasileña meses antes, había alquilado una casa y un tráiler donde fueron hallados más explosivos de fabricación “artesanal”. En su residencia también se encontró un mensaje escrito alusivo a los eventos del 8 de enero de 2023, según las autoridades. La Policía determinó que el atacante había estado en Brasilia en aquella fecha, aunque aún se investiga si participó en la asonada que la Justicia brasileña investiga como un intento de golpe de Estado.