La asociación Abuelas de Plaza de Mayo comunicó el lunes (07.07.2025) la identificación del nieto 140, quien nació en 1977 en el centro clandestino de detención La Escuelita de la ciudad de Bahía Blanca, donde fue robado a sus padres durante la última dictadura en Argentina (1976-1983).
“Es el éxito de 47 años de lucha”, dijo en rueda de prensa Estela de Carlotto, la líder de las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización que busca desde la dictadura a los bebés nacidos de mujeres presas y que luego fueron robados.
Durante el anuncio, en la Casa por la Identidad de la antigua Escuela Superior de Mecánica da Armada (ESMA) -hoy convertida en museo de memoria- la organización defensora de los derechos humanos informó que el nieto encontrado es hijo de Graciela Romero, conocida como “Peti”, quien tenía 24 años cuando dio a luz, y su pareja Raúl Eugenio Metz, entonces de 23 años.
Graciela y Eugenio fueron secuestrados en Cutral Co, en la provincia de Neuquén, y trasladados al centro clandestino La Escuelita de Bahía Blanca, a 636 kilómetros de la capital argentina.
Romero estaba embarazada de cinco meses y dio a luz a un varón el 17 de abril de 1977. La hermana de aquel bebé, Adriana, quien fue criada por sus abuelos Oscar y Elsa, lo ha buscado todos estos años tras la desaparición de sus padres.
“Nació el 17 de abril de 1977 en Bahía Blanca, así se supo a través de testimonios de compañeros de cautiverio de Graciela (…). Su hermana Adriana lo buscó desde siempre con sus abuelos Oscar y Elsa, con quienes se crió y desde que ellos partieron continuó con la búsqueda”, explicó de Carlotto.
Adriana también participó en el acto y explicó: “Si bien siempre estuve en la búsqueda, trabajando para eso, no me imaginaba que iba a ser así”.
A los 14 años, Adriana se mudó a Mar del Plata para vivir con su tía materna y allí se sumó a la causa de buscar a los desaparecidos. Hoy forma parte de Abuelas de Plaza de Mayo.
“Confirmamos una vez más que nuestros nietos están entre nosotros, y gracias a la perseverancia y al trabajo constante de estas décadas de lucha, continuarán apareciendo”, afirmó de Carlotto, al destacar que la solidaridad de la sociedad sigue siendo crucial para que aquellos que aún dudan de su origen puedan encontrar respuestas.
“Gracias a las Abuelas por enseñarnos que la búsqueda es colectiva, que tenemos que continuar por esos 300 nietos que nos faltan a todos”, añadió la hermana del nuevo nieto restituido.