Un depósito de petróleo se incendió el sábado (13.07.2024) en la región rusa de Rostov después de un ataque con aviones no tripulados ucranianos, dijo su gobernador Vasily Golubev en Telegram. “Después de un ataque con drones, se produjo un incendio en una refinería de petróleo en el distrito de Tsimlyansky”, escribió Golubev, añadiendo que “según los datos preliminares, no hay víctimas mortales ni heridos”.
Además, señaló que el incendio fue clasificado de rango 3 de dificultad, lo cual implica una emergencia de nivel territorial y requiere de la participación de más de doce unidades. “En el lugar de los hechos trabajan las unidades de bomberos, están implicadas 49 personas y 14 máquinas”, añadió. Posteriormente el gobernador informó que al lugar del siniestro llegó un tren de bomberos y que la superficie del incendio ronda los 200 metros cuadrados.
El Ministerio de Defensa de Rusia anunció paralelamente que sus fuerzas habían derribado cuatro drones ucranianos: dos en Rostov, uno en la región de Belgorod, contigua a Ucrania, y otro en Kursk, más al norte. Tanto Moscú como Kiev han utilizado durante todo el conflicto drones, incluidas naves autodetonantes más grandes con un alcance mucho mayor. La zona atacada hoy, por ejemplo, está a cientos de kilómetros de la línea del frente.
Desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022, el Ejército ucraniano hostiga regularmente las regiones rusas fronterizas con ataques de drones y misiles, como el que el domingo pasado destruyó un arsenal en Voronezh, aunque algunos se han cobrado la vida de civiles. Según las autoridades de Bélgorod, la región más afectada por estos ataques, la cantidad de fallecidos supera los 120 desde el inicio del conflicto armado. El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó a las Fuerzas Armadas crear una franja de seguridad en los territorios ucranianos vecinos a Rusia para reducir estos ataques.